jueves, 2 de abril de 2009

Los Mapas Mentales, del papel al monitor

Blog - Mapas Mentales

Hace poco me topé con un concepto que me pareció muy interesante y que me inspiró a escribir esta entrada. Me refiero a los mapas mentales.

El nombre es muy llamativo, y aunque de entrada es un nombre muy pretencioso (¿cómo mapeas tu mente?) realmente es un concepto muy simple y a la vez muy interesante.

Un mapa mental no es otra cosa que un diagrama gráfico que representa ideas unidas y organizadas sobre un concepto central. Alrededor de esta idea principal, se van agregando temas a manera de ramas o nodos. A su vez, cada rama puede tener ideas derivadas de la misma.

Esta forma de representación mental ofrece varias ventajas por encima de la prosa. De entrada, permite un flujo de ideas mucho más flexible y dinámico que cuando escribimos una lista de ideas con texto, ya que no nos obliga a preocuparnos por un orden específico de ideas, o un jerarquización linear. Además, los mapas mentales activan zonas cerebrales distintas a las que usamos al leer o escribir solamente palabras, y la representación gráfica de ideas facilita la memorización y organización mental. De hecho, muchas de las mnemotecnias se basan en representaciones gráficas de ideas.

Cabe aclarar que los mapas mentales no son un nuevo invento, de hecho Aristóteles ya los usaba. Incluso tal vez hemos usado mapas mentales en algún momento sin darnos cuenta. Cuando nos acercamos a un pizarrón a explicar algún proceso o concepto, y comenzamos a dibujar círculos alrededor de una idea principal, estamos haciendo mapas mentales.

El problema es que hasta hace poco tiempo no había una buena herramienta computacional para hacer mapas mentales. Tanto así, que era más práctico tomar lápiz y papel para esquematizar o diagramar rápidamente. Creo que con el software de mapeo mental por fin la tecnología ha madurado lo suficiente como para superar al papel y lápiz.

Hasta hace poco, usar una computadora para ilustrar un mapa mental era un proceso muy lento que implicaba utilizar herramientas gráficas como Photoshop o Illustrator, o en el mejor de los casos, herramientas de diagramación como Visio. Aun así, dado que estos programas están enfocados en que todo se vea bien, era mucho más rápido pintar los mapas mentales en papel, dejando a un lado la estética del diagrama.

Derivado de esta carencia surgen los programas especializados en diagramación de mapas mentales, que son mucho más ágiles y simples de usar, tan sencillo como introducir texto. Actualmente hay varias opciones en el mercado. Quizás el software más popular a la venta es MindManager, pero también hay programas gratuitos Open-Source, de los que recomiendo el FreeMind.

Personalmente, he encontrado tan útiles estas herramientas, que me pregunto por qué no viene un software de mapeo mental como parte de las suites de oficina, complementando los procesadores de texto, hojas de cálculo y presentadores de diapositivas. También entiendo que haya gente que luego de usar estos programas decida regresarse al lápiz y papel. Sea cual fuere la opción que elijan, cuando comiencen a usar los mapas mentales, verán que son muy útiles para atacar ciertos problemas de organización, análisis, o investigación. Fomentan tu creatividad y facilitan tus procesos mentales. Simplifican tu vida. Tanto, que pueden volverse evangelizadores como yo. Lo confieso, soy fan.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajaja! Cuando por primera vez mi hermano te quiso hablar del tema pensaste que tenía algo de esotérico y te sacó ronchas... Te acuerdas?... Qué bien q les hayas encontrado utilidad...