Me cae que debí dedicarme a escribir publirreportajes. Hoy toca otro. Es para platicarles sobre el método que usé para dejar de fumar.
Llevo 6 semanas sin encender un cigarro y tengo razones para creer que seguiré como un no fumador de ahora en adelante. Las primeras veces que escuché de este método sonaba a magia y charlatanería. Yo soy el más excéptico cuando se trata de temas de superación personal, cursos de excelencia y discursos similares, y cuando escuché la historia de algunos colegas que dejaron una vida de fumador intenso en unas cuantas horas, me entró curiosidad pero también sospecha, especialmente cuando me enteré que involucraba una sesión de hipnoterapia. Digamos que se activó mi alarma anti-miguel-angel-cornejo, mi alarma anti-coco-wash.
Decidí esperar unos meses para ver si estos nuevos no-fumadores seguían siéndolo. Cuando el período pasó, interrogué a mis colegas y el resultado fue intrigante. Seguían sin fumar y seguían sin tener antojo. La razón por la que terminé decidiéndome a tomar el curso es un hecho sorprendente que comprobé después: el curso promete no requerir fuerza de voluntad para dejar de fumar. Mis intentos anteriores (incluso 6 meses en una ocasión) siempre habían fracasado por flaquezas de voluntad, y estaba convencido que no tenía el carácter para dejarlo definitivamente. No podía pensar en un método que no requiera el factor "rompope". Tuve que ir, casi para saciar mi curiosidad más que por confiar en que dejaría el vicio.
El curso del que hablo es el método de Allen Carr, el cual consiste en una sesión de 5 horas, durante toda una mañana. Casi todo ese tiempo hay un facilitador platicando a una audiencia. La sesión de hipnoterapia dura 20 minutos y es hasta el final de la plática, y realmente no estoy seguro que se pueda considerar hipnoterapia si nunca dejé de estar consciente, aunque sí muy relajado. Algo curioso es que durante todo el curso los asistentes pueden fumar todo lo que quieran, buscando que la atención a la plática no se vea desviada por la ansiedad de la prohibición de no fumar. Incluso, al final de la sesión, justo antes de la hipnoterapia, se les requiere a los asistentes que fumen un cigarrillo, haciendo esto con la seguridad de que será el último.
Entonces, ¿qué es lo que contiene este curso? ¿Qué pueden decirte en 5 horas que cambie tu percepción y tu adicción, sin requerir un esfuerzo y sin sacrificios de voluntad?
Realmente no hay truco. Eso es lo genial. No te muestran fotos de pulmones podridos por el cigarro, ni enfermos terminales fumando por respiradores artificiales. No te dicen nada que no supieras ya, o quizás son cosas que no sabías pero que tienen mucha lógica y podrías llegar a esas conclusiones por ti mismo. El secreto consiste en ayudarte a que hagas conscientes las razones por las que fumas, las ventajas que crees que el cigarro te da (ya sabes: ayudarte a controlar el estrés, quitarte el hambre, ayudar a tu concentración, ayudar a tu relajación, etc.), y una por una ir tumbando todas estas creencias. Al final te quedas sin nada. Sin ninguna razón para fumar. Todo desde un punto de vista muy racional y lógico. Y ya que llegaste a la conclusión de que no tiene ninguna ventaja, te dan los pasos que debes seguir para no fumar más, y cómo ir pasando las etapas al dejar de fumar.
Luego de todo esto, y de llevar apenas un poco más del mes de no fumar, éstas son mis conclusiones. El proceso es bastante indoloro, aunque desde mi punto de vista no es completamente cierto que no se requiere fuerza de voluntad. Sí requieres alguito de fuerza, pero lo chido es que no mucho. Cuando empiezan las ganas de fumar, requieres reforzar en tu mente las razones por las que estás sintiendo esas ganas, y recordar lo mostrado en el curso, para hacer consciente el por qué se me antoja el cigarro. Pasa pronto esta etapa y en poco tiempo ya no se sienten los antojos.
No todos dejan de fumar con este método. De acuerdo a los números de la propia compañía, el método tiene 95% de efectividad. Yo tengo mis dudas sobre esta cantidad. Ellos calculan el número basándose en aquellos reembolsos que realizaron por gente que no dejó de fumar e hizo válida la cláusula de devolución. La realidad es que existe otro porcentaje que no dejó de fumar pero no quiso recobrar el costo del curso, por desidia o por vergüenza de admitir el "fracaso".
Creo que, personalmente, si comparo el llevar un mes sin fumar usando este método, versus un mes sin fumar con otros métodos que usé antes, la gran diferencia consiste en que en esta ocasión no tengo esa "nostalgia" por lo bien que creía sentirme cuando fumaba. Si un fumador lleva 10 años sin hacerlo, pero de vez en cuando se le antoja uno, sigue corriendo el riesgo de recaer y sigue dependiendo de la fuerza de voluntad. Yo hoy sé que en 10 años, seguiré sin extrañando el cigarro y sin tener antojos.
Ahora, si te quieres ahorrar el curso, puedes conseguir el libro y leerlo. Trae exactamente lo mismo que ves en el curso, quizás incluso con más detalle. La ventaja del libro es que los conceptos del autor pasan sin intermediarios que puedan causar ruido. La ventaja de la sesión es que hay más compromiso de chutarte el asunto de un golpe, mientras que con el libro te puedes tardar mucho tiempo para terminarlo (especialmente si consideramos los actos fallidos froydeanos). Como prefieras, te recomiendo que consideres este curso. A mí me funcionó.