jueves, 18 de junio de 2009

Google Maps Mobile: ¡Súbale, Súbale, hay lugares!

Como puedes comprobar si le echas un ojo rápido a mis entradas pasadas, me confieso admirador de Google y sus innovaciones. Muy probablemente no siempre sean ellos los que tengan las buenas ideas, pero son una compañía tan grande y popular, que son ellos quienes terminan dándonos a conocer muchos avances. Hace poco nuevamente me dejaron atónito.

Ya tiene muchos meses que había descargado la aplicación de Google Maps para mi celular, aunque en esos momentos no quedé impresionado. ¿Por qué habría de estarlo? Al comparar el Google Maps con el programa de Nokia Maps que traía nativamente mi N95, el software de la compañía finlandesa lo superaba en muchos aspectos. Nokia Maps no requeria una conexión de datos constante, ya que los mapas estaban precargados. Incluía navegación con guía de voz, y la cartografía era relativamente buena, incluyendo muchas ciudades menores en la República Mexicana. En cambio, Google tenía que descargar cada mapa que yo consultaba, y ni siquiera quedaba almacenado en memoria. Las calles incluidas en Google Maps para las ciudades mexicanas son una vergüenza, y ni siquiera puede calcular la ruta entre dos puntos, mucho menos que una voz femenina me vaya avisando cuándo dar vuelta.

Por eso, mucha fue mi sorpresa cuando pude probar Google Maps en los Estados Unidos. Previendo mi visita a Las Vegas y San Francisco, reservé 20 Megas de datos con mi compañía celular y pude usar la aplicación sin miedo a las excesivas tarifas de roaming. Lo primero que me di cuenta es lo que ya sospechaba. A diferencia de la magra información cartográfica que hay para México, en ambas ciudades norteamericanas no faltaba una calle sin ser nombrada.

Pero donde empecé a sorprenderme fue cuando pregunté la ruta entre dos puntos. Mientras que Nokia Maps tenía dos opciones de ruta, por coche o caminando, Google incluye una tercera opción: por transporte público. De esta forma, yo sólo tenía que decirle mi hora de partida, y me entregaba un cálculo preciso de los autobuses, trolebuses, tranvías, o monorieles que requería tomar para llegar a otro punto, el sitio exacto de las paradas así como la cantidad real que iba a gastar en pasajes.

Mayor fue mi sorpresa cuando puse a prueba la veracidad de los horarios, y en todas las ocasiones los vehículos públicos llegaban en punto de la hora indicada por Google. Por supuesto, mucho del éxito del experimento depende de la eficiencia del sistema de transporte de la ciudad en curso. Ya me imagino el chiste que sería pretender que en la ciudad de México los microbuses respetaran horarios de llegada a cada parada de su trayecto.

Y ya para terminar de asombrarme, la aplicación móvil de mapas de Google también incorporó el famoso Street View, que es un visor que te permite recorrer virtualmente las calles de muchas ciudades del mundo.

En realidad, todo esto me generó dos sentimientos encontrados. Por una parte, quedé fascinado con todo lo que ofrecía Google Maps para celulares (y eso que no mencioné otras monerías, como mostrar el nivel de tráfico de las avenidas, o los restaurantes de cierta área, con todo y calificaciones). Pero por otro lado, quedé muy decepcionado que Google le ponga tan poco interés al mercado mexicano, y que cualquier aparatito de GPS tenga mejores mapas e información de calles que Google. Por favor, señores, ¿qué tan difícil puede ser?

No hay comentarios.: