jueves, 19 de marzo de 2009

Jala mi dedo USB

En el mundo de las computadoras personales, la tecnología para transportar información ha ido mejorando mucho. En los ochenta fueron los disquettes de 5”1/4 (niños: se lee cinco-un-cuarto), también conocidos como floppy disks, o discos flexibles. Guardabas tu trabajo final (hecho en Wordstar, je-je) para irlo a imprimir a casa del primo o amigo que sí tenía impresora, y tenías que ir con mucho cuidado (muy bien guardado en tu trapper-keeper), ya que la menor brizna de polvo y tu disco se hacía ilegible. A veces la misma unidad lectora los rayaba al ponerlos a girar. Las cosas apenas mejoraron un poco cuando se popularizaron los discos de 3”1/2 pulgadas. Eran más resistentes que sus antecesores, pero bastante delicados. Para los chamacos que ni siquiera los conocieron ni saben de qué les hablo, les recuerdo que casi todos los que usamos PC los vemos a diario, en el iconito de “Guardar” que tienen casi todos los programas.

Ya entrados los noventa, como que dejaron de usarse estos diskettes, y fueron sustituidos por los CD. Pero como que nunca fue lo mismo. Cierto, los CD tenían mucha capacidad de almacenamiento (al menos en comparación con los “flopis”) y resistían un poco más. Pero se ensuciaban y rayaban facilísimo. Además, era muy lento grabarlos, y los CD regrabables eran una lata: no eran compatibles con todos los lectores, tenías que “borrarlos” antes de reescribir en ellos. Una lata.

Después de varios candidatos tecnológicos de menor éxito (como los ZIP Disks) al fin llegó una tecnología que dio el siguiente paso: las memorias USB. Portátiles y resistentes, ofrecen gran capacidad de almacenamiento en un espacio muy reducido. No son tan baratas como un CD o un floppy, pero cada vez son más accesibles. Además, ofrecen algo que antes no se tenía: son multisistemas, así que lo mismo funcionan para Windows, Unix, o MacOS.

Ahora, dado su tamaño compacto y fácil manufactura, muchos fabricantes están produciendo variaciones creativas de memorias USB. Encontré esta liga donde se seleccionan los 10 dispositivos USB más raros que encontraron. El ganador es una muñeca Barbie a la que se le desprende la cabeza para mostrar el conector USB y enchufar el cuerpo degollado a la computadora.

Pero si estos aparatos les parecen bizarros, les presento mi gran favorito. Jerry Jalava es un finlandés que perdió un falange del dedo anular en un accidente en motocicleta. Para reponerlo, se fabricó una prótesis que simula el apéndice cercenado, pero que internamente tiene una memoria USB de 2 GB. Así que si alguna vez se topan con alguien que está usando una laptop con un dedo metido en el puerto USB, no se asusten. Se trata de Jerry.

Dedo de broma

Prótesis de Jerry

Referencias:

1 comentario:

anon dijo...

tienes toda la razon, carnalito! no habia considerado a los uesebes como el siguiente paso a los cedes. supongo que es porque todavia no hay muchos lectores que no sean computadoras.
me late chingos que, a diferencia de los dvd's, o cd's, los usb's sean reusables, resistentes, y relativamente rebaratos.
ya pronto sera cotidiano ver entradas de usbs en la tele, el estereo del coche y, como en japon, los escusados...